Quien fuera joven en los primeros años de la década del 90, recordará con cariño un video juego que apareció en los arcades. Me refiero al mítico Final Fight, donde uno controlaba a uno de los tres personajes: Cody, Haggar o Guy, todos con diferentes habilidades, y empezaba a repartir piñas y patadas a todo lo que se moviera en la pantalla. Final Fight era un clásico Beat 'em up en el cual me gastaba todo mi dinero todas las veces que podía (o sea, cuando me daban dinero para ir a jugar).
En 2006 Capcom revivió la saga, después de muchos años, trayéndonos Final Fight Streetwise para la PS2 y la Xbox.
En esta entrega el protagonista es Kyle, el hermano de Cody. Este último ha sido secuestrado, y su hermano Kyle se embarca en su busqueda.
En su aventura, Kyle se encontrará con viejos conocidos como Haggar o Guy, o viejos enemigos conocidos como Andore o Cammy, además de un buen montón de caras nuevas. De nuevo nos tocará patrullar las oscuras calles de Metro City, que parece ser que han empeorado con el paso de los años.
Final Fight: Streetwise es el primer juego de la saga que hace gala de una violencia extrema, lenguaje fuerte, citas sexuales rayando en lo explícitas, sangre y consumo masivo de drogas y alcohol.
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