miércoles, 22 de abril de 2009

Death Note, muriendo lentamente...


Algunos memoriosos recordarán cómo me había emocionado al terminar de leer el primer tomo de Death Note. Y lo cierto es que la emoción y las ansias por saber como seguía esta genial historia fueron creciendo con el correr del tiempo y con la compra de cada nuevo tankoubon. Es más, si tuviera que hacer una gráfica para mostrar mi agrado hacia este manga, se podría ver como -tomo a tomo- la flechita iba subiendo, creando montañas como si de una gráfica de Microsoft se tratara (en sus buenas épocas, justo cuando explotó el uso de Windows).

Pero lo cierto es que no duró mucho la emoción. Hasta el tomo 6, a lo sumo el 7, todo iba bien. Después de eso, la emoción empezó a ser reemplazada por aburrimiento y hasta irritación. La aparición de los personajes de Near y Mello, no hicieron más que molestarme, por ser repetitivos y aburridos. Con una extra-mega-avasallante inteligencia (que por otro lado es poco creíble) que haría ver a Einstein como uno de los tres chiflados, volvieron al manga en algo un poco más ameno que leer que un diccionario entero.

[SPOILER]
Para mi el manga debería haber terminado cuando L murió. Es como seguir haciendo Batman si el Joker se muriera (aunque todos sabemos que en el universo Marvel o DC morirse es como cambiarse de pantalones. En menos de lo que te imaginas, ya revivís cual Jesus en pascuas). [Fin de SPOILER]

Ahora estoy tratando de terminar el tomo 11 (recordemos que son 12), y realmente estoy obligandomé a leer (una de las peores cosas para hacer) ya que el final está tan cerca...

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