Es así como descubrí el terror en los mangas. Lo interesante del terror a la japonesa es que es muy distinto del tipo de terror que los norteamericanos usan (esto ya lo sabía cuando ví las versiones originales de The Ring, The Eye, y muchas más).
He leído solamente 2 mangas de terror, hasta ahora, y los dos son del mismo autor: Junji Ito. Al parecer este mangaka es bastante conocido en su tierra natal, y como casi todo lo bueno, lo descubrí de pura casualidad.
El dibujo de Ito es muy detallado y realista, lo cual le da a las historias un toque especial. Como si pudieran sudecer en cualquier ciudad o barrio que conocemos (más allá de que los barrios japoneses sean muy distintos en su geografía de los occidentales). Sus historia en vez de tratar de asustarte de miedo, tienen un tinte bizarro, lo cual las hace muy perturbadoras e interesantes.
En fin, no hay que dejar pasar la oportunidad de leer por lo menos un manga de este maestro del terror.
Uzumaki
La premisa de ‘Uzumaki’ es admirablemente sencilla: un pequeño pueblo japonés, Kurouzu, sucumbe gradualmente a una epidemia de espirales. Unos las adoran, otros las temen y todos sin excepción caen en su trampa. Conviene no revelar mucho más a quien no lo haya leído, pues es una de esas obras que hay que leer desde la primera página y sin ceder nunca a la tentación de hojear lo que viene después.
La historia se desarrolla en episodios que funcionan en su mayoría como historias de terror independientes, en una graduación ascendente de horror y delirio.
Gyo
Cuenta la historia de una pareja de adolescentes que estan de vacaciones en Okinawa y de repente un hedor apestoso retuerce sus narices y con el mal olor aparecen peces con patas rondando por la ciudad…
Si te gustan los peces, nunca vas a volver a comer un plato de pescado después de leer Gyo.
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